El Patrimonio es el único testigo insobornable de nuestra Historia.El de Aguilar de la Frontera es singular: sintámonos orgullosos de él, porque es lo que hemos sido.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Lo que encierra la sierra

Siempre que he pasado por esa carretera que lleva hasta Medina Azahara, me ha intrigado ese inaccesible lugar que parece haber crecido salvaje entre la maleza. Un conjunto de piedras que alguien se empeñó en convertir en un admirable monasterio que llegó a ser sagrado. Al margen de creencias, este lugar se erige en plena naturaleza, la misma que poco a poco lo ha ido envolviendo, mimetizándolo con su entorno.

San Jerónimo esconde tras sus muros algunas obras de arte, ninguna tan impresionante como el lugar en sí. Los restos de una espectacular capilla así como su patio barroco, flanqueado por unos pasillos que viven en un perpetuo claroscuro, donde el sol perfila las sombras de unos arcos ojivales enfrentandolos en belleza con un verdoso jardín al que no le falta ni siquiera su fuente.

Muros levantados para aguantar siglos nos guian por blancos pasillos donde parece que nos vamos a cruzar con algún monje, para conducirnos al imponente comedor. Todo hace pensar que allí se vivía en comunión con el paisaje, sus ventanales y sus grandes balcones desde donde observamos las llanuras de Córdoba dan fe de ello y nos hacen recapacitar sobre otra manera de ver la vida, más lenta y más "contemplativa".



Cómo guinda al pastel, un camino de tierra nos lleva hasta otro nuevo mirador,conocido con el nombre de "el salto del Ángel", donde la talla en piedra de un ángel da la espalda al bello paisaje Cordobés, parece que no puede dejar de contemplar el maravilloso monasterio.

Mi última foto es la sombra de ese ángel proyectada sobre el suelo, metáfora de mi paso por el lugar ante el que sólo me queda reverenciar bajando la cabeza tras haber tenido la suerte de admirar tan extraordinario lugar.


Juan A. Pérez Gama.

martes, 14 de febrero de 2012

Hemos estado allí


El martes por la tarde,aprovechando que las temperaturas son un poco má suaves, hemos estado en el Monasterio de San Jerónimo para ver "in situ" las posibles dificultades que nos podríamos encontrar el domingo.
Carmelo Jiménez me ha conducido sin pérdida por la carretera de Medina Azahara hasta el camino que conduce al mismo monasterio que sin otro particular nos encontramos después de circular durante unos diez minutos por un camino de tierra.

El paisaje de Córdoba desde esa ruta es privilegiado.En la ida serán el copiloto y todos los que se coloquen en los asientos de la parte derecha de los coches los que disfrutaran de las vistas, mientras que a la vuelta será el conductor el que debe cuidarse no sea que mirando y mirando se despiste.
La temparatura era fresca y el domingo, día de la actividad,hará bastante frío por lo que debemos venir bien abrigados.

El domingo es primordial la puntualidad y salir con los coches completos a la hora acordada o sea a las 8:45 de la mañana desde la Plaza de San José ya que a las 9:30 tenemos que estar en el aparcamiento de Medina Azahara.
Allí tenemos que terminar de reajustarnos en los coches ocupando estos al menos cuatro o cinco pasajeros por vehículo ya que en el Monasterio hay muy poco espacio para estacionar.

Después de la visita a San Jerónimo regresaremos al aparcamiento para desde allí tomar un bus-lanzadera que por 1.5€ nos llevará al yacimiento de Medina Azahara que abandonaremos a las 14:00 ya que los domingos cierran a esa hora.
Ya solo queda acordar donde vamos a comer.Pero eso lo veremos en un e:mail.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Algo ha aparecido en la calle Moreno


Hace unos días, mientras se realizaban labores previas a su pavimentación,la maquinaria que removía la tierra en la calle Moreno puso al descubierto estructuras de diferente tipología que puede hacer pensar que allí pudo haber una pequeña necrópolis y el arranque de otro edificio de mayor importancia.
Si lo hallado fuera de época romana no haría más que confirmar el carácter extramuros de los enterramientos en la ciudades romanas.

Los romanos tenían prohibido el enterramiento intramuros, pero más allá de ellos se levantaban necrópolis donde los más pudientes se hacían enterrar. Las cunetas de todas las vías estaban invadidas a lo largo del camino de grandes y pequeños cipos, monumentos y mausoleos familiares y de sociedades que recordaban a sus difuntos. Las más importantes como la Apia o la Latina concentraban en los primeros kilómetros miles de ellos.
En Torreparedones ya pudimos apreciar un enterramiento suntuario donde se accedía a la cámara mortuoria mediante una pequeña escalera.También en Carmona podemos encontrar magníficos ejemplos de este tipo de tumbas.Lo que se ha encontrado en la calle Moreno está formado por sillares de aresnisca pulcramente trabajados que nos llevaría a especular sobre la capacidad económica del morador.
De todas formas, debemos esperar a la Arqueología para fundamentar opiniones creíbles y de cierta propiedad.